La región del hombro incluye a la articulación glenohumeral, la más móvil del cuerpo humano. A mayor movilidad menor estabilidad, por eso no es sorprendente la frecuencia con la que se presentan episodios de luxación de hombro.

En algunos cuadros, como en el caso de los traumatismos deportivos, esta patología es muy evidente, pero existen situaciones de manifestaciones sutiles de inestabilidad que no son tan notorias.

No siempre es necesaria la cirugía ya que en los casos no traumáticos la rehabilitación es la primer elección. Sin embargo, en muchos cuadros la única alternativa es quirúrgica. En esos casos de acuerdo al tipo de lesión podrá optarse por una cirugía abierta, cirugía artróscopica o una combinación de ambas. Cuando a la lesión de partes blandas se suman lesiones óseas puede ser necesario aportar injertos o hacer cirugías de reconstrucción.

La articulación acromioclavicular está formada por la unión del extremo externo de la clavícula y una prolongación de la escápula llamada acromion. La luxación de esta articulación es frecuente en la práctica deportiva, por ejemplo el rugby, y en accidentes viales.

Existen 6 tipos de lesiones de acuerdo a Rockwood. En algunos de ellos el tratamiento es conservador, en otros es indiscutiblemente quirúrgico y en el llamado tipo III, puede variar la indicación de acuerdo a la edad y expectativas funcionales del paciente.


La cirugía no necesariamente implica la necesidad de utilizar implantes. Nuestros resultados con sutura en casos agudos son muy buenos, sin necesidad de implantar ningún material al paciente. El caso de la foto fue operado con suturas.

No. La terapia por ondas de choque ha surgido como una indicación en los casos de mal resultado de rehabilitación. Están indicadas las ondas de choque focales que deben ser aplicadas por un cirujano ortopédico. Este procedimiento se denomina en Europa biocirugía por ondas de choque y permite evitar los procedimientos quirúrgicos convencionales en aproximadamente el 70 % de los casos. 

Es una técnica con una bajísima tasa de complicaciones, sí es bien utilizada, que mediante 3 a 4 sesiones de 20 minutos determina muy buenos resultados. En los casos en los que las ondas de choque no es efectiva se puede avanzar hacia el tratamiento quirúrgico sin que la aplicación previa de las ondas, determine ninguna acción adversa sobre el resultado del mismo.

Cualquiera de los huesos que forman parte de la cintura escapular pueden sufrir fracturas. Las más frecuentes son las que comprometen la parte superior del hueso del brazo, el húmero. Entre el 80 al 
85% de las fracturas de esta última región, son no desplazadas y se tratan en forma conservadora. 

Entre el 15 a 20%  de los casos se presenta un grado de desplazamiento que hace necesaria su reducción y contención quirúrgica.Existen numerosas opciones: desde el uso de técnicas mínimamente invasivas, pasando por placas con tornillos, hasta prótesis. La elección se hará de acuerdo al tipo de lesión y a las características del paciente.

¿Qué es una luxación acromioclavicular? 

¿Cuándo operar una fractura de hombro?

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¿Es la cirugía la única opción cuando falla el tratamiento conservador de las calcificaciones del manguito rotador? 

Lesiones del manguito rotador

¿Qué es la inestabilidad de hombro?

Sin lugar a dudas, las lesiones del manguito rotador son la causa de consulta más frecuente de dolor de hombro. Se trata de un grupo de músculos (Supraespinoso, Infraespinoso, Subescapular y Redondo Menor) que tienen una función clave en la movilidad activa del brazo.

En la gran mayoría de los casos las lesiones se producen como consecuencia de un proceso degenerativo. Clínicamente el cuadro determina dolor a nivel del hombro y en el brazo, que se exacerba con determinados movimientos y durante la posición de reposo en cama. También puede acompañarse de pérdida de fuerza, falta de movilidad, sensación de resaltos. 

La resonancia magnética es el estudio complementario más usado para confirmar su diagnóstico.
La presencia de una lesión no siempre justifica una cirugía. Se evalúan las características y expectativas del paciente, la sintomatología, el tamaño de la lesión y su localización, para tomar la decisión más adecuada. La tasa de éxito de la cirugía es alta desde el punto de vista clínico pero al ser un tejido alterado la presencia de re-rupturas no es infrecuente.

Sí, sin lugar a dudas la terapia por onda de choque extracorpórea ha permitido ofrecer una nueva opción en los casos recalcitrantes que no responden al tratamiento conservador convencional. Esta práctica está aprobada por la FDA y avalada por trabajos científicos del mayor nivel de evidencia. 

Las ondas de choque determinan una regeneración del tejido tendinoso mal vascularizado en estos cuadros que son de origen degenerativo y no inflamatorio como se creía hasta hace unos años.